Constelaciones sistémicas: caso práctico
"Ajustar mi autoexigencia y perfeccionismo para ser más eficiente y productivo en mi trabajo"
El cliente expresa que se
siente atascado en su trabajo, cree que su autoexigencia y perfeccionismo le
impiden avanzar y, ser eficiente y productivo, se pierde en los detalles,
modificando cada mínimo error o lo que para él es un error, se fija demasiado en
los vendedores que dependen de él, si se equivocan o no hacen las tareas correctamente.
El objetivo de la constelación seria explorar estos aspectos suyos, la autoexigencia y el perfeccionismo, y ver cómo gestionarlos.
Propongo empezar con un
representante para el cliente y otro para su trabajo.
Me referiré a cada
representante por el nombre de lo que representa para facilitar la redacción y
la compresión del lector.
El cliente se sitúa en
medio de la sala y el trabajo lo mira con curiosidad paseando alrededor del
cliente.
El cliente expresa que
quiere que el trabajo pare de moverse y le mire a él, expresa la necesidad de
tener el control, mientras que el trabajo niega con la cabeza y expresa que él
no puede controlarlo.
Surge una disputa entre
ellos para ver quien manda, el trabajo expresa que no necesita que nadie le
mande o controle, que lo que quiere es jugar y bailar, disfrutar de su tarea,
mientras que el cliente dice que no.
Añado un representante
para la autoexigencia y otro para el perfeccionismo.
La autoexigencia se pone
al lado del cliente y se cogen de brazo, ella le ayuda a tener el control, y
ambos miran al perfeccionismo como un objetivo.
Entonces el trabajo se aleja todo lo que puede y no quiere estar cerca de ellos.
Añado un representante
de los resultados.
Los resultados se sienten
muy importantes y quiere estar al lado del trabajo, pero el trabajo se sienta y
ya no tiene energía para mantenerse en pie, está desanimado y cansado de tanta
presión.
Entonces el cliente le
dice a la autoexigencia: "gracias por ayudarme durante tanto tiempo, tu ayuda
ha sido muy valiosa, pero me gustaría probar otros caminos para realizar mi
trabajo, te importaría retirarte un poco?"
La autoexigencia asiente y da dos pasos hacia atrás.
Ahora el cliente le dice
al perfeccionismo: "gracias por tu incansable ayuda, has sido mi objetivo
durante mucho tiempo, pero ahora me gustaría encontrar otra manera de obtener
resultados de mi trabajo, podrías retirarte un poco para dejarme espacio?"
El perfeccionismo asiente y da dos pasos hacia atrás.
El cliente ahora puede
mirar de nuevo al trabajo, el trabajo se levanta y se acerca a él, le dice: "te
he vivido con sacrificio y disciplina y ahora veo que hay otra manera"
El trabajo le dice que no tiene por qué ser aburrido y pesado, que mejor bailar y disfrutar. Le dice que si ellos juegan todo irá bien.
El cliente dice: me gustaría hacer lo que dices, pero no sé cómo hacerlo. Y sigue mirando al trabajo y a los resultados.
El cliente les dice a los
resultados: "eres un espejismo, no existes, eres el resultado de mi trabajo,
empiezo a verte así y no como un objetivo, quiero mirarte sin expectativas. Las
expectativas limitan lo que la vida me ofrece".
El cliente está sorprendido, empieza a entender que el trabajo puede ser agradable, ligero y divertido.
Los resultados han
cambiado su forma de estar, al principio se veía muy grande y con un aspecto
más material, y ahora se ve más equilibrado, con aspectos más amables como el
bienestar y la satisfacción, aspectos que el cliente no contemplaba antes.
La mirada del cliente también ha cambiado, empieza a entender…
Los resultados le dicen:
"haz caso a tu intuición, ella sabe".
Ahora la autoexigencia y
el perfeccionismo ya no están presentes en la constelación, se han sentado.
Entonces el cliente se
abraza al trabajo, y juntos avanzan hacia los resultados, se abrazan también.
Se le ve más ligero, con
ganas de bailar.