Soy gemela solitaria
Hola, me llamo Ester y soy gemela solitaria.
Desde siempre me he sentido sola, incomprendida y rara.
Las relaciones personales no se me dan bien, cuando alguien se aleja siento que es por mi, porque he hecho algo mal. Hasta donde recuerdo he sentido un vacío interno que por más que he buscado no lo he conseguido llenar, y una sensación de echar de menos a alguien eternamente. Siento nostalgia casi siempre, que no encajo en este mundo, y soledad aún rodeada de una multitud. A menudo hablo en plural -nosotros- y compro las cosas a pares.
Así me definía hasta los 50 y ahora sé que soy más que esta definición, soy la gemela superviviente y estos rasgos las secuelas de lo que viví antes de nacer.
Cuando surgió la posibilidad de ser gemela, lo aparté de inmediato, me sonaba raro e improbable. Mi madre ya había fallecido y no podía hablar con ella sobre mi embarazo, si hubo alguna complicación, alguna perdida o dolor, así que lo descarté. Volvió a aparecer durante la terapia y en un taller de guion natal, donde se trabaja con constelaciones el periodo prenatal, el nacimiento y factores que influyen en este momento. Poco a poco se fue abriendo una grieta a mi negativa y empecé a pensar, y si sí soy gemela?
Empecé por leer el libro "El gemelo solitario" de Peter Bourquin y Carmen Cortés, y al ir avanzando en la lectura vi muchas coincidencias con mis vivencias, pero aún tenía dudas. En realidad tenia miedo de abrir otra cosa que llenara más mi mochila, miedo a tener que enfrentarme a más dolor, pero entonces el dolor llegó de todas formas, y tuve que afrontar una situación que me hizo sentir rechazada, poco valiosa, incomprendida, dolida, abandonada y triste...otra vez!!
Así que mi terapeuta me dijo, parece que ha llegado el momento de mirar eso que duele, y no tienes que ir sola, yo te voy a acompañar y me quedaré a tu lado para que mires el tiempo que necesites. Y así fue, sesión tras sesión iba allí a visitar a la pequeña Ester que se sintió sola y culpable cuando su hermanito murió, además de desconcertada, triste y abandonada. Este vínculo, en el caso de los gemelos, es el primero que se crea, así que pueden aparecer dificultades con los vínculos cuando el primero acaba tan trágicamente. Así pude ver una parte mía muy dañada que quería esconderse, una parte que tenía miedo a acercarse a otras personas por temor a perderlos después, otra que sentía enfado constante por no tener a su hermano vivo, otra perdida, otra frustrada... El trabajo consistió en ir a mirar a cada una de las partes y decir: "sí pasó y te entiendo", validar cada una de las partes y como hicieron lo que pudieron para que la pequeña Ester sobreviviera.
Algo muy sanador fue asistir a los talleres que ofrecen Peter Bourquin y Carmen Cortés de gemelo solitario, en un lugar seguro y donde todos los que acuden son gemelos también. Allí te sientes más comprendido que en cualquier otro lugar, y te ofrecen un cuidado delicado al abordar cada uno a su pequeño gemelo solitario para cuidarlo y contarle que seguimos vivos.
Después de todo el proceso de integración del gemelo, que ha durado unos 4 años, ahora reconozco que sí había un motivo para sentirme triste, y poder validarme quita peso a mi mochila. Ahora me siento más serena y completa, y puedo mirar a esa época con más cariño y menos dolor.
Mi transformación me ha impulsado a querer acompañar a otros gemelos solitarios que necesitan mirar también, estar disponible para su proceso y darles mi apoyo y experiencia.
Si al leer mi testimonio algo te resuena no dudes en contactarme, tal vez hay un pequeño tú que necesita ser mirado.
Un cálido abrazo.
Ester de la Fuente